Aluminio composite, un revestimiento inflamable.

En 2017 se descubrió que el aluminio composite instalado en la Torre Grenfell y en miles de edificios en el Reino Unido era un compuesto altamente inflamable debido a un incendio. Muchas personas perdieron la vida ese día; otras decenas de miles tuvieron que pagar mas de 50.000 euros para que sus viviendas fueran seguras. En los siguientes párrafos te explicaremos más al respecto.
Aluminio composite, un revestimiento inflamable
El aluminio composite es un panel compuesto que se desarrolló en los Países Bajos, con la finalidad de diseñar edificios innovadores; está conformado por dos paneles de aluminio que alojan un relleno de tipo polimérico. Puede estar relleno con un compuesto ignífugo o no, cuando ocurrió la tragedia de la Torre Grenfell, Londres, Gran Bretaña, en 2017 se evidenció el peligro de usar materiales no ignífugos como relleno.
El edificio tenía más de 20 pisos dedicados a viviendas sociales, y fue devorado por las llamas el 14 de junio de ese año en la madrugada. Los oficiales declararon que 72 personas fallecieron. 18 de ellos eran menores de edad. Desde entonces se agravaron los reglamentos de construcción en Reino Unido; cientos de edificios se empezaron a considerar ‘peligrosos’ debido a que estaban elaborados con este material.
Sin mencionar que los propietarios tuvieron que invertir en un nuevo sistema de alarma, balcones y puertas contrafuegos, y revestimientos exteriores para evitar problemas similares.
El caso de la torre Grenfell, donde el aluminio composite actuo como propagador de la llama
El incendio comenzó en la nevera de un inquilino que habitaba en el cuarto piso de Grenfell. Una pequeña chispa desencadenó que se quemara toda la torre. Los expertos forenses alegaron que se ‘esparció como la pólvora’, todo gracias a que el edificio tenía revestimientos de componentes inflamables.
Los revestimientos exteriores se integraban por paneles sandwich de aluminio y plástico ACM; se trata de una combinación que se denomina Aluminum Composite Material (material compuesto de aluminio, en castellano). Juntan un par de láminas de aluminio con un núcleo de polietileno en medio.
Gracias a esto, algunos edificios calcularon que renovar un único apartamento tendría un valor de hasta 120.000 euros. Es una suma que no cualquier persona puede pagar. Y esto no se aplica solo a los edificios con revestimientos ACM, sino aquellos que hayan sido elaborados con ‘materiales inflamables’, lo que incluye la madera.
¿Cuántos edificios se modificaron en Gran Bretaña?
Si bien el gobierno británico nunca publicó la cantidad exacta de las estructuras que se catalogaron ‘peligrosas’, el Partido Laborista estimó que los apartamentos afectados superaron el millón. Mientras que expertos en el campo señalaron que la cifra fue 2-3 veces mayor.
Por otro lado, las nuevas leyes se aseguraron de que nadie comprara estos apartamentos, así que las personas afectadas solo tenían dos soluciones: desalojarlos o quedarse hasta las reformas finales.
¿Cuánto cuesta un revestimiento de calidad?
Muchas personas vivían tranquilas en sus apartamentos que, en menos de 24 horas, se consideraron peligrosos. Esto es porque el cladding o revestimiento exterior no estaba regulado. Para evitar problemas legales debían pagar un nuevo revestimiento.
Una de las opciones de alta calidad asequibles rondaba los 60.000 euros por apartamento. Por supuesto, esto depende del edificio, la antigüedad, y otros problemas que encuentren los arquitectos durante la renovación. En 2017, una mujer tuvo que mandar a renovar sus paredes por al menos 100.000 euros. No todos podían costear esto.
Para que las empresas lograran amortiguar los cambios, debieron subir el arrendamiento de sus apartamentos en 300-400 euros extras por mes. Esto significó que muchas personas tuvieron que mudarse y se redujeron los servicios que se ofrecían, como, por ejemplo, la vigilancia. Los residentes que perseveraron debieron realizar turnos para patrullar el edificio en la noche, todo para bajar el precio de sus rentas.
¿Qué es el EWS1?
Después del incendio y las renovaciones, a principios de 2019, el Royal Institute of Chartered Surveyors diseñó un nuevo certificado de seguridad para las paredes exteriores denominado EWS1. Sin embargo, solo les fue proporcionado para los edificios que habían terminado las modificaciones correspondientes.
Consecuencias de no tener el EWS1
En un principio no se pueden vender los apartamentos o los edificios. Al ser catalogados ‘peligrosos’ para la salud, las personas solo podían desalojarlos. Sin mencionar que, sin este nuevo certificado, no se puede pedir préstamos hipotecarios a los bancos de Londres.
¿Por qué motivo? Siempre que se valúen como inseguras, las asociaciones bancarias les dan “valor cero”. Esto afecta a los propietarios de los edificios e inquilinos.
De igual manera, muchos huéspedes que tenían mascotas tuvieron que entregárselas a sus familias, darlas en adopción, o colocarlas en una perrera porque el gobierno impedía que los animales vivieran en una zona tan inestable.
Esto se debe en primer lugar porque no fueron dueños totales de sus viviendas. Millones de personas compraban los apartamentos, así que se catalogaban dueños de éstos; no obstante, una firma conocida como freeholder era dueña de la estructura del edificio y del terreno.
La diferencia en clara: el dueño del terreno (la empresa) es el encargado del mantenimiento de los edificios, pero los propietarios de las viviendas son quienes deben costear arreglos o cambios similares. De lo contrario, su contrato podría ser cancelado, aunque hayan pagado por adelantado y tuvieran poco más de un siglo para renovarlo.
¿Quién debe pagar las renovaciones por culpa de usar aluminio composite?
Los inquilinos se molestaron al comprender que debían costear 400€ euros extras sobre la renta mensual para realizar los cambios previstos por la ley. De acuerdo a ésta, sus pertenencias son aquellas que se ubican dentro del espacio establecido en el contrato; el resto es propiedad del freeholder, sin embargo, se les colocaban cargas como el revestimiento de todo el edificio.
Lo que más les afectó fue saber que el precio de sus alquileres aumentó de la noche a la mañana, sin previo aviso, y sin tener una manera de pagarlo —considerando que no tenían 50.000 euros en sus bancos—.
Otros declararon que el gobierno debía hacerse cargo de los arreglos. No obstante, “Las leyes protegen o favorecen a las empresas constructoras y los inspectores, motivo por el cual, la carga está sobre los inquilinos”.
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